Todas las entradas que se publican en este blog contienen elementos desarrollados con base en el paradigma de educación matemática llamado Matemáticas para la vida. ¿En qué consiste este paradigma?
Un modelo pedagógico puede ser descrito en términos de seis componentes: propósitos de formación, contenidos de aprendizaje, metodologías de evaluación, secuencia didáctica, metodologías didácticas y recursos didácticos. Dado que Matemáticas para la vida es un modelo pedagógico, en esta entrada vamos a caracterizarlo a través de estos seis componentes.
En primer lugar, el propósito de formación fundamental de Matemáticas para la vida es desarrollar el pensamiento matemático de los estudiantes y no solamente lograr que aprendan matemáticas. Un desarrollo más profundo de esta idea se puede encontrar en esta entrada y en esta otra.
Con base en este propósito, se busca que los estudiantes adquieran ciertos aprendizajes específicos (contenidos de aprendizaje), que no están únicamente descritos por los objetos y algoritmos matemáticos, sino que tienen como tensor fundamental los procesos de pensamiento.
Aunque el énfasis de matemáticas para la vida es el desarrollo de procesos de pensamiento, esto no se puede hacer en vacío. Se requiere usar objetos matemáticos para conseguir este objetivo. Así, es muy importante que los profesores tengan un conocimiento muy claro sobre las características de los objetos y de los algoritmos que los estudiantes van a aprender durante su formación. En diversas entradas de este blog (por ejemplo: I, II y III) hacemos exposiciones de algunos de estos objetos
En forma circular, los propósitos de formación y los contenidos de aprendizaje configuran las metodologías de evaluación, y a la vez estas últimas determinan los niveles de exigencia y los énfasis que se le dan a los primeros elementos. En Matemáticas para la vida, la evaluación implica la comprensión del desarrollo de los procesos de los estudiantes, y no solamente del nivel de adquisición de los contenidos.
Las características de los contenidos de aprendizaje determinan las formas en que la mente del ser humano discurre para aprenderlos; esto es lo que se denomina secuencia didáctica. En estas entradas (1, 2, 3, 4 y 5) se pueden conocer los elementos de la secuencias didácticas de las dos etapas de matematización que tiene el modelo. Aparte de estas etapas, existen dos etapas de abstracción, cada una de las cuales tiene su propia secuencia didáctica. La secuencia didáctica de la primera etapa de abstracción está descrita en esta entrada.
Las metodologías didácticas están asociadas a cada una de las fases de las secuencias didácticas mencionadas anteriormente, en conjunción con los diferentes objetos matemáticos que se van trabajando a través del tiempo con los estudiantes. Sin embargo, una metodología que es recurrente en el modelo es la del cambio de representación, que se describe en esta entrada.
En el modelo de Matemáticas para la vida hay muchos y muy variados recursos, que dependen de los contenidos de aprendizaje, de los propósitos de formación y de las fases de las secuencias didácticas. Un recurso muy importante son las situaciones problema matematizables, que son ampliamente usadas en las etapas de matematización. En estas entradas se pueden comprender mejor las características de este recurso (I, II y III).
Así las cosas, Matemáticas para la vida se constituye en un modelo pedagógico para la enseñanza de las matemáticas con una profunda orientación hacia el desarrollo del pensamiento matemático.
Hola, hace tiempo una alumna de bachillerato me decía, no me gustan las matemáticas y sé que yo estudiaré otra cosa por eso no me interesa mucho, le contesté que las matemáticas existían para todos los aspectos de nuestras vidas y pregunté ¿A qué te quieres dedicar? ¡¡Seré diseñadora de modas dijo!!
y tenía un sombrerito coqueto de moda recuerdo, y le dije si tú elaborarás sombreros cómo el que traes, ¿Cuántos harás para vender, ¿cuantos metros de tela requieres’,¿ qué forma tendrá el recorte? ¿Cuál será el costo?… siempre requerirás de conocimiento matemático para todos los aspectos de la vida…
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Esa es una de las razones de ser para aprender matemáticas en la formación básica y en la mayoría de áreas disciplinares: la instrumental. Sin embargo, hay una razón estructural que es igual de válida que la razón instrumental, pero que es menos obvia. Aprender (de buena manera) las matemáticas desarrolla el pensamiento matemático, un conjunto de procesos de pensamiento que usamos en nuestra vida: clasificar, relacionar, describir, deducir, inducir, analizar, representar, etc. Esto de enseñar matemáticas ‘de buena manera’ implica que no enseñamos, por ejemplo, a que las personas resuelvan solamente ejercicios rutinarios a partir de ejemplos, entre otras buenas prácticas que se relatan en lugares como este blog.
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